¨Lo único que puedo decirles a ustedes es que si me hacen una pregunta y no sé la respuesta, les diré directamente que no sé la respuesta, pero también buscaré la forma de encontrarla, y cuando la tenga, se la daré. ¨

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Razón-Pasión.

El estudio de la mente siempre me ha resultado fascinante. No tiene límites, no tiene normas, no tiene ataduras. No creo en los porcentajes, ni en el mito del 10%. Pero de lo que sí estoy segura es de que si la trabajaramos más podriamos sorprendernos.

No existen personas 100% racionales, aunque lo intenten aparentar. Serían robots y es precisamente la pasión lo que nos diferencia de ellos. Aunque cada uno estemos bañados en diferente cuantía.

La cabeza te hace fuerte, el corazón vulnerable. Siempre.

Veo dificil complementar ambos ámbitos. Me hacen gracia esos ¨yo soy 70% racional y 30% pasional¨, o ¨yo soy fifty-fifty¨, no chico/a no! oye que si hoy te enamoraste de alguien que no te hace ningún bien y no pusiste tierra de por medio, has actuado pasionalmente, aunque tu cabeza no te deje dormir por las noches.
Se pelean, se enredan, se anteponen, pero generalmete acaba venciendo uno, o el propio peso de la situación.

Pondría a estudio a lo que consideramos ¨persona racional¨,o actúa como tal. Le abriría la cabeza, investigaría por dentro y formularía un antídoto ante la pasión negativa.
Relacionamos lo racional con lo frío y calculador, falta de emoción, y seriedad. En cambio el corazón encaja con lo arriesgado, con lo sentido, y con las historias apasionadas de película.
¡No señores! Es racional y positivo saber hasta donde llegar, cuando parar, y cuando esquivar. Pero lo que realmente hace inteligente a la cabeza es saber en que momento debes dejarte llevar, dar rienda suelta a lo que sientes sin temer las consecuencias. En que instante debes permitirte vivir eso que nos hace GRANDES, especiales, diferentes.

La cabeza debe sostener al corazón, limitar o facilitar, sí, esa es su función. Ese es el equilibrio perfecto, sin porcentajes, sin residuos.



Por mi parte, me tropiezo con la misma piedra trescientas mil veces, pero en cada una de ellas mi cabeza va tomando más fuerza impregnando todo sentimiento pernicioso.
Estoy segura de que en la trecientas mil uno, dos, o mañana mismo, habrá conseguido ¨inteligentarse¨ por fin.





1 comentario:

Tamarita dijo...

¨Las personas completamente raccionales, cosa extraña de entender y poco frecuente, pueden ser grandes manipuladores, hay que tener cuidado¨

great conversation.