¨Lo único que puedo decirles a ustedes es que si me hacen una pregunta y no sé la respuesta, les diré directamente que no sé la respuesta, pero también buscaré la forma de encontrarla, y cuando la tenga, se la daré. ¨

lunes, 31 de enero de 2011

En mi habitación.

Me gusta tener mi espacio. De vez en cuando, y cada vez más en cuando, necesito tumbarme en la cama. Escuchar una canción ( sí, tiene que ser exactamente una que me entra en gana, o en su defecto un grupo o cantautor apetecido). Cerrar los ojos y recrear momentos. Me encanta recrear momentos. Momentos que guardo con cariño, instantes congelados tan preciados que me cuesta revivirlos con objetividad. Otras veces los invento. Cambio finales por los que me gustaría que hubiesen existido. Reproduzco e interpreto conversaciones basándome en la personalidad de mi o mis interlocutores, no crean que manipulo, incluso a veces escucho cosas que no me gustan. Pero es un dolor de manifiesto, puede llegar a ser hasta bonito.
Mi imaginación vuela mucho más lejos que mis actos. Y a mi me encanta perderme en ella. Pero no quiero que agarre la realidad, le haga un nudo y la distorsione. No quiero que pinte de colores lo que solo tiene blanco y negro. No quiero vivir sin sentir, sin palmar, sin mañana.
Pero a mi me encanta perderme en ella.
Aunque más me encantaría que ella se perdiese en mí.

Por eso me aterra la idea de habitación compartida. De territorio invadido. De falta de intimidad.
A veces pienso lo complicado que debe ser vivir en pareja.

miércoles, 26 de enero de 2011

Quiero volver a escucharte.

Local intimo. Versiones y rarezas. En acústico. Jacob y Quique González...

19 de Marzo, Santander??



jueves, 20 de enero de 2011

Tanto tonto, tonto al tanto!!

La gente se empeña TANTO en la cantidad y lo que es peor: en manifestarla, que a veces llega de bofetón mi falta de empatía con el mundo y no puedo más que esbozar una sonrisa con cara de subnormal y bostezar ¨qué bien¨ mientras pienso ¨me das todo lo contrario a envidia¨.

¨TANTO trabajo, TANTO lo/la/te necesito, TANTO pienso, TANTO ayudo, TAN feliz soy, TANTO sé, TANTO comparto, TANTO estudio, TANTO río, TANTO pregunto, TANTO odio, TANTO disfruto, TANTO quiero...¨

Y entre tanto y tanto están tan lejos de hacerlo bien...

martes, 18 de enero de 2011

DSV02-SC



para ver tumbados en el SUELO

despegar un avión en el CIELO

domingo, 16 de enero de 2011

Muy Mío.


Hace mucho tiempo conocí a un payaso, pero no era un payaso cualquiera, era muy peculiar. Mío me abordó ¨de golpe y porrazo¨ en uno de mis muchos viajes a los mundos perdidos de Tamo, o coloquialmente, a las musarañas. Desde el primer momento en que lo ví supe que no sería de los de-de-largo, no me pregunten por qué, ni yo me lo explico. Vestía de amarillo, más tarde me explicó que lo hacía porque no creía en toda esa pamplina de la mala suerte en los escenarios y demases tópicos. Decía que la gente necesitaba inventar este tipo de cacharros para esconderse trás algo. Y hablando de esconderse me hablo del miedo, de ese paralizante, excluyente, y determinante que le afecta a algunas personas como si de algo terminal se tratase. Me dijo que él no tenía miedo a nada, solo al miedo de los miedos de los demás. Bueno de los demás no, de los que quiere. Muy bajito y al oído añadió algo de su nariz pero no conseguí escucharlo bien. Ah! que no os he hablado de su nariz! La cubría una gran bola roja de payaso. Con el tiempo descubrí que Mío adoraba los besos con la nariz, eran sus preferidos, su caricia más sugerente, su con-tacto más sentimiento. En una tarde tumbada de Domingo y de fondo ¨estadio azteca¨ apretándome y dándome un trocito de su vida me confesó que esa bola roja no era más que una funda sujetando su ahora tambaleante nariz. Estaba rota. Me horroricé al pensar que le habían privado de su arma más valiosa, de sus instantes más sentidos. Mío intentó tranquilizarme pero no consiguió colarme lo de su falsa sonrisa, porque yo le conozco muy bien. Esque Mío lleva una sonrisa dibujada y la verdad esque la gente ni se entera, pasan de cerca, de lejos... de largo con tantas cosas en la cabeza que no tienen tiempo siquiera para ese (in)signicante detalle, claro. Aunque a Mío le gusta que esto sea así porque él es muy reservado. No se crean que torció su nariz por incosciente, él no dá muchos besos de esos, más bien todo lo contrario. Incluso a veces, entre botellas vacías cambia su nariz roja por una amarilla, y sonríe. En ocasiones se le dibujan dos lagrimones en sus mejillas coloradas cuando se tropieza con sus grandes botas de payaso. Yo siempre le digo que se compre unas de su número, pero él insiste en que Las Caídas son importantes por sus hermanas Las Levantadas, asique yo chitón.


El otro día volví a las musarañas y lo ví. Llevabamos un tiempo sin compartir y empezaba a echar de menos las flores de plástico de su sombrero. Nos acercamos y sin entonar palabra (Mío es la leche!) me confesó que moría de ganas por quitarse la funda roja, que no le dejaba respirar...
yo le regalé una verde con agujeritos.



jueves, 13 de enero de 2011

Ni-Ni.

Si quieres saber de que carece alguien no hay nada mejor que mirar su red social, sobretodo si es chic@ de tablón activo: todo de lo que presume.

miércoles, 12 de enero de 2011

Por la D:

Todo hecho trae consigo su contrarréplica, daños colaterales. Y yo me pregunto como es posible que el silencio de las pasivas pero latentes cenizas sea mucho más abrumador que el candente fuego.
Creo que Nietzsche no podría estar más acertado en su "Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti." Si hoy juegas conmigo no querré volver a acercarme a ti. En mi lista de indeseables el no valorar nada es una constante. Mucho peor que la traición en sí es la cicatriz en la confianza. Un sí de hoy, un no de mañana, y un tal vez de pasado estampan tus principios contra el suelo.

Creo en los defectos humanos, en los errores puntuales, en el arrepentimiento, y en el contador de nuevo a cero.
No creo en los adherentes, en los que interiorizas de tal modo que integran tu segunda piel.

¨Una sola ola es la que te hace naufragar. De esa hay que salvarse.¨ Manuel Vicent.

miércoles, 5 de enero de 2011

Lejía y salitre.



En mi lista de reyes.

martes, 4 de enero de 2011

Rum, rum

No creo en las casualidades ni en las ideas felices. La única suerte que me conquista es la puntúal. Te lo tenía dicho, que a las personas públicas solo hay una manera de tratarlas: públicamente. Mira que te advertí que las calles sin salida no son obstaculos ni saltables ni rodeables, el único camino posible es el de vuelta. Que el sol no alumbra la noche, ni la luna penumbra el día, que observas con un objetivo desenfocado. Sí, sí, siento tener que desvelártelo pero aquellas estrellas bonitas de llorar no eran más que una proyección, el señor del saco las robó mientras dormías. Pero tranquilo, ¿recuerdas lo último que te dije? (...) ¿En serio? No te preocupes, puedo repetírtelo todas y cada una de las noches hasta que te lo aprendas, me encanta hacer de almohada contigo: y es que a pesar de todo, las carreras más difíciles se ganan en los tramos curvos, y es precismanete ahí donde debes agachar el casco, contraer los músculos, aguantar la respiración, y esperar hasta que el camino se vuelva a enderezar.
Ah! casi se me olvidaba! No te preocupes si pinchas o si das con algún competidor ¨cabroncete¨ que intente avasallarte, el coche que portas es fantástico, yo misma lo estuve trabajando y revisando minuciosamente durante años.

Aaaaaaaaaaadelante!!