- Es complicado, ¿no?
- No, eres tú quien lo modela en absurdo.
- Eh! Aquí no! extensión pública. No quiero que nos señalen.
- Por segundos, siquiera ambos arañamos esa certeza.
Mas es inquietante esconderla, buscarla, husmearla, enredarla, tantear. Algunas veces la verás/é tan limpia, que la guardarás/é en el bolsillo superior izquierdo de la camisa; y otras, en el cajón de tu mesilla para cuando merezca ver luz. Las más divetidas son las más contradictorias, siempre que desprendan esa chispa de autenticidad registrada.
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